“Yo trabajo para ganar. Trabajo para ser presidente, no para ver si meto cinco o seis diputados más”, soltó Ricardo Alfonsín, el sábado, mientras recorría los pasillos de la villa 1-11-14, junto a la candidata radical en la Ciudad,Giúdici.
La frase, aunque no los mencione, iba dedicada a sus principales socios del Acuerdo Progresista, el socialismo y el GEN de Margarita Stolbizer, quienes resisten cerrar una alianza con el candidato a gobernador del PJ disidente Francisco De Narváez. Esa alianza es casi un hecho. Y no es la única.
Consciente de la poca, casi nula, intención de voto que concentra Giúdici, el alfonsinismo no descarta apoyar al líder del PRO, Mauricio Macri, en una segunda vuelta. Por posicionamiento político, el candidato de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, es quien mayor afinidad tiene con el programa de gobierno radical, pero la prioridad de Alfonsín es vencer al kirchnerismo en tantos distritos como sea posible. En ese escenario, Macri aparece como la mejor opción.
El jefe de Gobierno sabe que Alfonsín está preocupado por la falta de acuerdo con Proyecto Sur, el GEN y el Socialismo en la Ciudad. Por eso, la semana última envió a su ministro de Cultura, Hernán Lombardi -ex radical con buena imagen en la Ciudad- a que le armara una entrevista con el candidato radical. Otra vez, Alfonsín rechazó el convite.
Con De Narváez, las conversaciones se destrabaron esta semana, tras una charla de Alfonsín con el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner. El radical le aseguró al socialista que la alianza con el PJ disidente se limitaría a la provincia de Buenos Aires. Binner lo entendió, pero ayer el socialismo bonaerense volvió a rechazar un acuerdo con De Narváez.
Fuente:La Razón.
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