jueves, 26 de mayo de 2011

Alfonsín: "Si no hay un acuerdo, gana el Gobierno"


Ricardo Alfonsín partió ayer de campaña hacia Mar del Plata sin poder superar la indignación que le provocó el desplante del socialista Hermes Binner, con quien se ilusionaba compitiendo juntos en las elecciones de octubre. El malestar del candidato presidencial de la UCR no se debe tanto a que ahora deberá buscar un nuevo compañero de fórmula, sino a la sospecha de que, en realidad, el socialismo no tiene vocación real de ganarle la presidencia al kirchnerismo.
"Una fórmula presidencial que reúna al socialismo, GEN y Proyecto Sur sería sólo una fuerza testimonial que resultaría funcional al Gobierno, ya que nos restaría votos a nosotros", deslizan cerca de Alfonsín.
El candidato radical jamás lo admitirá en público, pero estas sospechas están enraizadas en su entorno más íntimo. El candidato presidencial prefiere las alusiones más indirectas. "Nosotros no queremos ser una fuerza testimonial, queremos ganar las elecciones. No sería bueno que triunfe el oficialismo, por lo tanto hay que hacer todo lo necesario para conformar una fuerza alternativa potente", advirtió Alfonsín en Mar del Plata. Y remató, en directa alusión a sus ahora ex socios socialistas: "Si no hay un acuerdo, ganará el Gobierno".
Las últimas actitudes de Binner llenaron de indignación no sólo a Alfonsín sino al radicalismo en pleno. La confesión de sus aspiraciones presidenciales, la demora en cerrar un acuerdo electoral con la UCR y, como frutilla del postre, su decisión de asistir anteayer al lanzamiento de Luis Juez (Frente Cívico) como candidato a gobernador de Córdoba -un dirigente muy crítico de la UCR- fueron consideradas como una declaración de guerra en el radicalismo.
Las suspicacias están a la orden del día, máxime en este partido tan afecto a ellas. "En realidad, Binner no cree que la oposición pueda ganarle al Gobierno en octubre próximo. Por eso prefiere preservar cierta sintonía con el oficialismo para resguardar la gobernabilidad en Santa Fe", acicatean en el entorno más íntimo del candidato radical.
Claro que el socialismo tiene una visión distinta de las cosas: a su juicio fue la UCR la que cambió súbitamente las reglas de juego cuando avanzó en negociaciones con el candidato a gobernador Francisco de Narváez en Buenos Aires. Un condimento que ni el socialismo ni Margarita Stolbizer (GEN), hasta entonces sus socios electorales, pueden digerir. Por esa razón decidieron mostrarse juntos, con Proyecto Sur, en la posibilidad de construir una alternativa a la UCR.
Danza de nombres
Alfonsín envió anteayer el ultimátum: buscará un nuevo compañero de fórmula, avisó. Aún no hay nombres concretos ni se formuló propuesta alguna; lo que hay por ahora son nombres para el análisis. En esa lista figuran Roberto Lavagna, ex ministro de Economía y ex candidato a presidente por la UCR, y Graciela Ocaña, ex ministra de Salud. Más lejos figura Felipe Solá (PJ Federal).
Alfonsín mantiene ocasionales diálogos con Lavagna y le encantaría sumarlo en su eventual gabinete, confesó a sus íntimos. Sin embargo, jamás habló con él, hasta ahora, de candidaturas. Para De Narváez sería un vicepresidente de lujo, un imán irresistible para sumar a otros peronistas disidentes a su alianza con la UCR.
Ocaña, por su lado, está confirmada como candidata a diputada nacional en apoyo a la lista de Alfonsín, pero hasta allí quedaron las conversaciones. Por ahora. "Su figura como vice confirmaría el sello progresista que tanto quiere Ricardo para la fórmula", afirman quienes la impulsan.
EL PRO CONFIRMA GESTIONES CON EL PJ
El diputado Federico Pinedo, jefe del bloque de Pro, confirmó ayer que el macrismo trabaja con sectores del peronismo disidente para conformar una fórmula presidencial que compita en octubre. "Intentamos tener una propuesta conjunta con todo el peronismo no kirchnerista", dijo.

Fuente Diario La Naciòn

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