
Su destino estará sellado al de Proyecto Sur y un “frente progresista” que consolidará a partir de hoy, cuando Fernando Solanas oficialice su candidatura porteña y el GEN comience a trabajar con Pino en la ciudad.
“No voy a terminar aceptando un lugar en la lista de senadores para convalidar que la UCR haga un acuerdo con el PRO o el Peronismo Federal. No lo voy a aceptar. Los que lo dicen no me conocen”, aseguró en las últimas horas y liquidó la oferta que los radicales bonaerenses le habían acercado para evitar su salida del espacio.
Desde la UCR, el senador Gerardo Morales insistió en que “nunca pensamos en romper con el GEN ni pusimos en duda la tolerancia de su líder, Margarita Stolbizer”. Sin embargo, el senador ratificó que “va a haber diálogo con Francisco de Narváez” para avanzar en una lista de adhesión en la provincia de Buenos Aires, que por su peso específico electoral ha definido históricamente la derrota o la victoria de los candidatos presidenciales.
Ricardo Alfonsín lo sabe. Y como si hubiese seguido los consejos de su padre, intensificó su vocación de ‘querer ser’ en las últimas semanas, cuando abrió el diálogo al peronismo no kirchnerista en busca de alianzas.
En los hechos, utiliza las mismas armas que los K que en Buenos Aires ya tienen dos candidatos a gobernador Daniel Scioli, identificado con la centroderecha y Martín Sabatella, autodefinido progresista.
“MartÍn Sabatella terminó arriando todas sus banderas, quedaron en el olvido, porque apoya a un gobierno que es claramente concentrador y con focos de corrupción”, se queja Stolbizer cuando se le recuerda la situación en su provincia.
“Sé que Ricardo es progresista, lo respeto aunque creo que se equivoca”, dijo casi en tono de despedida.
El radicalismo avanza con De Narváez, ganador de las elecciones del 2009, frente a Néstor Kirchner, y comenzó a acelerar las conversaciones con el macrismo, en busca de un pacto de apoyo coyuntural no programático.
Mientras los demás candidatos juegan al subibaja, un día en la ciudad y otro como aspirante a presidente, ‘Ricardito’ no descansa. Superó a Julio Cleto Cobos y a Ernesto Sanz en su partido. Y ahora va, con el traje de su padre a cuestas, armando una estructura superadora al radicalismo. Como hizo en 2007, Cristina Kirchner con los radicales convertidos en K de la noche a la mañana. Alfonsín quiere a los peronistas opositores de su lado. Y lo está consiguiendo.
Fuente: ElCronista
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