Las duras palabras presidenciales fueron dichas durante un acto en la localidad bonaerense de José C. Paz, junto al intendente Mario Ishii, a quien la Presidenta felicitó por su lealtad, y sostuvo que era un valor "escaso" en estos tiempos.
"Yo no estoy muerta por volver a ser presidenta, muchachos", dijo Cristina Kirchner a los gremialistas. Y pasó directamente a la advertencia: "Ya di todo lo que tenía que dar, a mí no me van a correr".
"Nadie se suicida y menos la jefa", le contestó la CGT de Hugo Moyano a través del líder del gremio de los judiciales, Julio Piumato. El sindicalista interpretó así que la Presidenta no estaba dispuesta a romper con Moyano, más allá de las advertencias. De esa manera se tensó aún más la relación entre el Gobierno y el titular de la central obrera, en un conflicto que parece no tener fin.
Un ministro definió anoche ante La Nacion el humor de la Presidenta. "Moyano le colmó la paciencia." Al parecer, lo que terminó de enojar a Cristina fue el abierto desafío de uno de los gremios aeronáuticos que responden a Moyano, que en una solicitada publicada ayer anunció por los diarios que seguirá tomando medidas de fuerza.
Fuente: La Nacion
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