Se reunieron anoche para acercar posiciones de cara a un entendimiento con el radicalismo a nivel nacional.La decisión de declinar su candidatura presidencial y reelegir en la ciudad de Buenos Aires volvió a acercar a Mauricio Macri con un viejo aliado: Francisco de Narváez.
Reunidos en la casa de Franco Macri, y a solas tal cual lo hacen cada vez que ambos tienen cosas importantes por discutir, Macri y De Narváez buscaron durante poco más de una hora acercar posiciones con un objetivo común: unir fuerzas en la provincia de Buenos Aires para negociar, desde una posición de mayor fuerza, con el radical Ricardo Alfonsín, hoy por hoy el candidato presidencial con mejores chances de dar batalla al Gobierno en las elecciones de octubre.
Ya como candidatos en los principales distritos del país (Macri en la ciudad, De Narváez postulante a gobernador bonaerense) los protagonistas del espacio Unión Pro, que derrotó a Néstor Kirchner en las elecciones legislativas de junio de 2009, intentaron limar asperezas luego de semanas de frialdad. A ambos los apuran los tiempos: Macri, ya candidato en la ciudad, necesita acuerdos urgentes que no desdibujen su proyección nacional. De Narváez, en tanto, sumaría el apoyo del macrismo para negociar con mejores chances el apoyo de Alfonsín a su sueño de derrotar a Daniel Scioli.
"Fue una buena reunión", resumió Macri, misterioso, a un colaborador antes de irse a cenar con su esposa Juliana Awada. Según pudo saber La Nacion, Macri ratificó a De Narváez que irá de candidato en la Ciudad y que quiere recrear la alianza de Unión-Pro en la provincia de Buenos Aires. Ante ello, el diputado del Peronismo Federal le pidió mayor participación de su espacio en las listas porteñas de Pro. Quedaron en conversar la semana que viene.
Aliviado, como si se hubiera sacado de encima el peso de una decisión difícil que anunciará mañana en un club de Villa Pueyrredón, Macri dedicó su jornada a pensar en el futuro político de su fuerza, que incluye necesariamente la reconciliación con su antiguo socio político.
El líder de Pro tuvo una reunión previa sobre el tema con su referente en la provincia, el diputado provincial Jorge Macri, de la que también participó el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. "Le podemos aportar a Francisco muchos y buenos candidatos a intendentes, 10.000 fiscales, militancia real y Mauricio haciendo campaña en la provincia.No es poco", reflexionó Jorge Macri en ese cónclave.
De todos modos, nadie del denarvaísmo se hacía ilusiones por el éxito del encuentro. "Las últimas reuniones las suspendió Mauricio porque no sabía dónde iba a jugar. Nosotros lo vamos a escuchar y después decidiremos qué hacer", afirmaban cerca del diputado y candidato en provincia de Buenos Aires.
Se busca candidatoAl margen de su encuentro con De Narváez, un Macri más aliviado luego de comunicar su decisión recibió la ofensiva de distintos dirigentes enrolados en su ya trunco proyecto presidencial. Emilio Monzó y Humberto Schiavoni, responsables del armado nacional de Pro, insistieron en que el espacio debe tener "sí o sí" candidato a presidente. El bonaerense Monzó propuso tentar a Felipe Solá con la candidatura presidencial, en fórmula con Gabriela Michetti, que desde Rosario dio su visto bueno. La idea, en principio compartida por otros dirigentes como Jorge Triaca, Federico Pinedo o Pablo Walter, incluiría competir con Eduardo Duhalde en las elecciones internas de agosto. "El que pierde, acompaña", resumen los autores de la iniciativa, que Macri prometió pensar. "Pero con tranquilidad. Hay mucho rumor y poco apuro", afirmaron en Bolívar 1.
Además de reunirse con la delegación de la SIP y el vicepresidente de Paraguay, Federico Franco, Macri dio ayer los últimos detalles del lanzamiento a su reelección. Será mañana al mediodía, en el club 17 de Agosto de Villa Pueyrredón, donde el jefe de gobierno porteño ante un auditorio lleno de militantes de toda la ciudad. Será, según contaron a LA NACION desde la jefatura de gobierno, un acto sencillo, en un club de barrio, desde el cual "se iniciará otra etapa".
El discurso apuntará a "garantizar la continuidad del proyecto Pro en la ciudad", e intentará minimizar la derrota política que necesariamente implica desistir de su proyecto presidencial luego de varios años de trabajoso armado.
Fuente: La Nacion
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