miércoles, 11 de mayo de 2011

La política de alianzas genera divisiones en Pro

Ir con Eduardo Duhalde. Con Felipe Solá. Con Ricardo Alfonsín. Con fórmula propia. "Hablemos con todos, veamos qué nos ofrecen", dijo Mauricio Macri a la treintena de dirigentes de la mesa nacional, con las que se reunió anteanoche en la sede de la fundación Pensar.

Si bien estuvo sólo media hora, y apenas probó la picada y las empanadas, Macri intentó despejar las dudas y reducir el nivel de enojo de los encargados del armado nacional de Pro luego de su decisión de competir por su reelección en la ciudad en lugar de disputar la Presidencia.

El jefe de gobierno habilitó en ese cónclave el inicio de las negociaciones con el Peronismo Federal, el radicalismo y hasta de una fórmula propia para las elecciones presidenciales de octubre, variantes que provocan divisiones en el macrismo de cara a los decisivos meses que vendrán.

En principio, y según cinco dirigentes que concurrieron a la reunión, Macri explicó a los dirigentes de la mesa nacional los porqués de la renuncia a la candidatura presidencial. "Hay que asegurar la continuidad del trabajo en la ciudad", afirmó el jefe de gobierno, e hizo hincapié en que habrá una "participación de Pro" en las elecciones de octubre, a través de distintas variantes. Ayer mismo, Macri evaluó como "casi imposible que no haya segunda vuelta" en la ciudad, en coincidencia con los análisis internos de Pro, que prevén una elección reñida.

Un poco después de la introducción, comenzaron a quedar claras las posiciones. Un grupo de armadores a nivel nacional, encabezados por Humberto Schiavoni y Emilio Monzó, al que se sumaron el ministro de Ambiente, Diego Santilli, el ex embajador Diego Guelar y el cordobés Eduardo Mondino, se inclinaron por profundizar las negociaciones con el ex presidente Duhalde. "Es con el que más afinidad tenemos y el que nos garantiza más coherencia", afirmó a LA NACION un dirigente que coincide con esta propuesta.

Reparos

Allí surgieron algunos reparos, por parte del grupo "porteño" que componen Marcos Peña, José Torello y Gabriela Michetti, única dirigente de la mesa nacional que faltó a la cita. "Aliarnos con Duhalde nos va a quitar votos en la ciudad", sostuvieron desde ese grupo.

Los radicales en Pro -no estuvieron en la cena-, como Hernán Lombardi y Daniel Angelici, apoyan un acuerdo con la UCR, aunque los reparos del propio Alfonsín son un impedimento. "¡Cómo vamos a ir con alguien que no quiere ir con nosotros!", dijo Mondino en la reunión en referencia a esa postura.

La tercera variante, sostenida por algunos dirigentes porteños, se orienta hacia una fórmula presidencial propia o la inclusión de algún dirigente con peso propio (Federico Pinedo y la propia Michetti) en una fórmula con Felipe Solá u otra variante. Macri, según las fuentes, escuchó a todos y autorizó a Schiavoni y a Monzó a iniciar conversaciones, en una comisión a la que se sumará el bonaerense Jorge Macri, el más damnificado por la falta de un candidato presidencial. "Hay tiempo, tenemos un mes más", dijo Macri antes de irse a un programa de TV. Autorizó también negociaciones con Francisco de Narváez, que incluirían lugares en las listas de Pro para referentes de Unión Celeste y Blanca en territorio porteño.

Además de resolver el entuerto con el partido, Macri ya se prepara para su campaña en la ciudad. Ayer quedó definido que Horacio Rodríguez Larreta será el jefe de campaña, y Marcos Peña el encargado de la comunicación, mientras continúa la incógnita sobre su compañero de fórmula, una pelea entre María Eugenia Vidal, Santilli y (en menor medida) Hernán Lombardi que no se definiría al menos hasta el fin de semana. "Será una campaña inclusiva, alegre y hacia el futuro", afirmaron en Bolívar 1.

El consejo del ecuatoriano Jaime Durán Barba -"un segundo mandato de Macri inclinado hacia lo social"-, haría pensar que Vidal, actual ministra de Desarrollo Social, tiene las mejores chances. En estos días vendrá la pelea por las listas de legisladores porteños de Pro, que estarían encabezadas por el rabino Sergio Bergman y el peronista Cristian Ritondo, aunque aún falta definir el orden y habrá disensos.

"Después de eso empiezan las negociaciones con otros partidos", contó un ministro del gabinete porteño, confiado en que Pro ganará la ciudad y hará "un papel digno" en las presidenciales de octubre.

fuente:La Nación

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