Al defender el acuerdo entre el radicalismo y el peronismo, el candidato presidencial pidió “no tener miedo al cambio”. Por su parte, el postulante a la gobernación bonaerense aseguró que “vamos a terminar con el ‘roban pero hacen’”.
El candidato presidencial de la UCR, Ricardo Alfonsín, y el aspirante a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires por Unión Celeste y Blanco, Francisco De Narváez, sellaron hoy su alianza electoral en un acto en el Club Atenas de La Plata.
En la presentación, explicaron que los motivos del pacto “van más allá de la búsqueda de poder" y remarcaron las razones de "humildad, convicción y unión que reclama la ciudadanía".
Los acuerdos entre ambos sectores no solo apoyarán la candidatura de De Narváez a la gobernación bonaerense y la de Ricardo Alfonsín a la presidencia de la Nación, sino que incluyen la distribución de cargos electivos en las ocho secciones electorales para la renovación parlamentaria y la nominación de los candidatos a intendentes en los 135 distritos de la provincia.
De Narváez fue el primero en tomar la palabra. En su discurso, se refirió a Alfonsín en todo momento como “el próximo presidente de los argentinos”, elogió el acuerdo con el radicalismo y el haber podido “superar las banderas partidarias” para unirse en la provincia.
“Venimos a unirnos para dar vuelta la página de la historia, y para construir la esperanza con gobiernos honestos”, proclamó el empresario y le pidió a Alfonsín que “devuelva a la Provincia los recursos que le corresponden” si accede a la Presidencia.
“Vamos a terminar con el ‘roban pero hacen’”, agregó.
Por su parte, el candidato presidencial se comprometió a "trabajar para terminar con las relaciones de subordinación entre Nación y Provincias y la vamos a reemplazar por relaciones de cooperación".
Además, admitió que el acuerdo entre el radicalismo y el peronismo en la provincia de Buenos Aires significa “unir tradiciones políticas diferentes, que a lo largo de la historia se han enfrentado a veces de manera muy dura”, pero pidió "no tener miedo al cambio" y “actuar con el valor necesario para enfrentar las incomprensiones de buena fe y las incomprensiones de los mal intencionados”.
“Yo sé que puede haber quienes con buena intención no compartan y no comprendan. Sé también que puede haber quienes con mala intención, con deshonestidad intelectual, cuestionen la iniciativa que hemos puesto en marcha radicales y peronistas en la provincia”, expresó.
Sin embargo, argumentó que “en la vida como en política hay veces que se deben tomar decisiones difíciles y las cosas no siempre son claras”, y declaró en ese sentido que “un político de raza jamás deja de hacer lo que cree que tiene que hacer por temor a pagar costos políticos”.
“Un político peronista o radical jamás desiste de lo que entiende es su obligación frente a la república”, dijo arrancando el aplauso de la dirigencia que se congregó en el club Atenas.
El acto se deslizó en un clima de armonía, de mutuos reconocimientos, pero sin el fervor de los que por separado realizan peronistas y radicales, incluso en este mismo escenario.
Tampoco hubo consignas, carteles, pancartas ni cánticos partidarios, solo el slogan de campaña de De Narváez "gobernar bien" en una pantalla de fondo y el himno nacional como aglutinante, además de felicitaciones mutuas por el acuerdo.
Fuente:La Razón
En la presentación, explicaron que los motivos del pacto “van más allá de la búsqueda de poder" y remarcaron las razones de "humildad, convicción y unión que reclama la ciudadanía".
Los acuerdos entre ambos sectores no solo apoyarán la candidatura de De Narváez a la gobernación bonaerense y la de Ricardo Alfonsín a la presidencia de la Nación, sino que incluyen la distribución de cargos electivos en las ocho secciones electorales para la renovación parlamentaria y la nominación de los candidatos a intendentes en los 135 distritos de la provincia.
De Narváez fue el primero en tomar la palabra. En su discurso, se refirió a Alfonsín en todo momento como “el próximo presidente de los argentinos”, elogió el acuerdo con el radicalismo y el haber podido “superar las banderas partidarias” para unirse en la provincia.
“Venimos a unirnos para dar vuelta la página de la historia, y para construir la esperanza con gobiernos honestos”, proclamó el empresario y le pidió a Alfonsín que “devuelva a la Provincia los recursos que le corresponden” si accede a la Presidencia.
“Vamos a terminar con el ‘roban pero hacen’”, agregó.
Por su parte, el candidato presidencial se comprometió a "trabajar para terminar con las relaciones de subordinación entre Nación y Provincias y la vamos a reemplazar por relaciones de cooperación".
Además, admitió que el acuerdo entre el radicalismo y el peronismo en la provincia de Buenos Aires significa “unir tradiciones políticas diferentes, que a lo largo de la historia se han enfrentado a veces de manera muy dura”, pero pidió "no tener miedo al cambio" y “actuar con el valor necesario para enfrentar las incomprensiones de buena fe y las incomprensiones de los mal intencionados”.
“Yo sé que puede haber quienes con buena intención no compartan y no comprendan. Sé también que puede haber quienes con mala intención, con deshonestidad intelectual, cuestionen la iniciativa que hemos puesto en marcha radicales y peronistas en la provincia”, expresó.
Sin embargo, argumentó que “en la vida como en política hay veces que se deben tomar decisiones difíciles y las cosas no siempre son claras”, y declaró en ese sentido que “un político de raza jamás deja de hacer lo que cree que tiene que hacer por temor a pagar costos políticos”.
“Un político peronista o radical jamás desiste de lo que entiende es su obligación frente a la república”, dijo arrancando el aplauso de la dirigencia que se congregó en el club Atenas.
El acto se deslizó en un clima de armonía, de mutuos reconocimientos, pero sin el fervor de los que por separado realizan peronistas y radicales, incluso en este mismo escenario.
Tampoco hubo consignas, carteles, pancartas ni cánticos partidarios, solo el slogan de campaña de De Narváez "gobernar bien" en una pantalla de fondo y el himno nacional como aglutinante, además de felicitaciones mutuas por el acuerdo.
Fuente:La Razón
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